El pasado 5 de junio Bargosa tuvo el honor y la responsabilidad de ser invitada a participar en la mesa de debate ‘El reto del plástico y la sostenibilidad en Frutas y Verduras’ del Congreso AECOC 2019 que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Valencia y en el que estuvieron presentes los mayores representantes de las empresas y organizaciones más relevantes del sector.
En el debate participaron Michaela Reischl (Gerente de RSC de LIDL España), Carlo Lingua (CEO de Zeropack), Carmen Sánchez (Subdirectora de ITENE) y Fernando Alfaya (Comunicación de BARGOSA) en una mesa moderada por Cinta Bosch (AECOC). El objetivo era valorar la importancia de la tendencia actual al rechazo al uso del plástico en la industria hortofrutícola y cómo deberíamos afrontar el reto que esta nueva demanda de los consumidores nos supone como sector.
La posición que defiende Bargosa es que el rechazo al uso de plásticos en nuestro sector no sólo se mantendrá en el tiempo sino que crecerá de forma exponencial. Este movimiento viene gestándose desde hace años y se ha visto excepcionalmente impulsado por las campañas de comunicación recientes de organizaciones ecologistas -como Greenpeace y Ocean Cleanup- que han logrado visibilizar y cuantificar la problemática que los residuos plásticos generan en el medio ambiente (especialmente en los océanos) y que han conseguido transmitir hacia el público la relación de éstos con los plásticos de un solo uso utilizados en nuestra industria.
Independientemente del cumplimiento legal obligatorio de la nueva Directiva Europea de Plásticos de un solo uso, la viralización de las imágenes de las islas de plástico en los océanos y la aparición de micro-plásticos en los organismos de la fauna marina son suficientemente impactantes y poderosas como para generar cambios de hábitos y decisiones de compra en los consumidores que no debemos menospreciar. En este caso, la sociedad va por delante de la legislación y es nuestra responsabilidad como sector atender y responder a estas demandas de forma adecuada. En Bargosa compartimos esta visión y llevamos ya varios años trabajando en esta idea, sustituyendo materiales plásticos por otros alternativos cuando resulta posible y reduciendo su uso con el desarrollo de nuevas presentaciones, además de una búsqueda continua de nuevos materiales biodegradables.
Una de las principales líneas en las que trabajamos es la sustitución del flowpack de plátano y banana por el uso de un fajín de colocación de manual, sin duda nuestra mayor fuente de generación de plástico. Con el uso de este fajín hemos logrado una reducción del 98% del plástico usado por kilo de producto con respecto al utilizado en el flowpack. Esta simple acción (con alto coste de producción, que asumimos como propio), logró disminuir en un 20% nuestro uso total de plástico en el año 2018. En este 2019 hemos conseguido automatizar el proceso de colocación del fajín, por lo que la reducción de nuestro uso de plástico será ya superior al 60% y nuestra expectativa para 2020 es llegar a una reducción por encima del 90%.
Estamos ante un reto tecnológico. Los materiales existentes en la actualidad no tienen ni el volumen suficiente ni las características apropiadas para sustituir al 100% el plástico. En los próximos años viviremos una revolución en el sector y debemos ser conscientes de que no podemos afrontar esta tarea de forma individual a nivel de empresa, ni siquiera como sector. En ocasiones podremos actuar con iniciativas propias, pero en una mayoría de veces deberemos actuar como altavoz para reclamar a la Administración la inversión en Proyectos de Investigación que no podremos liderar solos.
Necesitamos materiales que sean degradables en el medio ambiente en un periodo corto de tiempo y que mantengan las propiedades que han dado al plástico su popularidad: ser flexible, moldeable, dúctil, resistente, aislante, impermeable, con capacidad de modificar el tamaño de poro para el intercambio selectivo de gases (y evitar así el Desperdicio Alimentario contra el que llevamos décadas luchando). Y necesitamos que estos materiales provengan de la valorización de los subproductos de producción, de la confección en la distribución y de las mermas en los puntos de venta finales, ya que la Economía Circular y la Neutralidad de nuestra Huella de Carbono serán los siguientes retos que debemos empezar a afrontar desde ya.
Por eso defendemos que el Regulador debe recoger las sensibilidades de la ciudadanía y del colectivo científico y canalizar estos requerimientos en Normas de obligado cumplimiento. La Administración no puede limitarse a cumplir un papel pasivo. Del Regulador necesitamos que intervenga y aporte inputs al proceso. Que establezcan políticas que favorezcan la implantación de materiales biodegradables y que inviertan en Investigación para desarrollarlos.
No obstante, somos optimistas al respecto. Y estamos convencidos de que los lineales de los supermercados que veremos a medio plazo no tendrán nada que ver con los que tenemos actualmente. En menos de 10 años, las imágenes de hoy de los lineales llenos de plástico no degradable nos impactarán tanto como ahora lo hace recordar los primeros teléfonos móviles.
El futuro es sostenible y biodegradable.
COMUNICACIÓN Fernando Alfaya
Alicante, 04/09/2019
En este video puedes encontrar las distintas reflexiones de algunos de los ponentes en el congreso.